Si bien las finanzas personales son parte del día a día y un factor extremadamente importante en tu estilo de vida, es común que nadie nos enseña cómo manejarlas o cómo trabajar un plan personalizado (a menos de que busquemos a algún asesor). Y como sabemos que el mundo de la economía puede estar lleno de términos y conceptos confusos, te traemos el glosario MIDAS para que entiendas a la perfección estos 5 conceptos de finanzas personales.

AFORE: son las siglas para las Administradoras de Fondos para el Retiro, y se trata de instituciones financieras que administran las cuentas de todos los trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social. Se encargan de vigilar que tus ahorros para el retiro estén seguros.

Escalabilidad: un negocio es escalable si este logra incrementar el beneficio actual que presenta. En un puesto de trabajo, por ejemplo, corresponde a una promoción o un aumento. O si se invierte en bienes raíces, puede que se logre obtener ingresos pasivos para hacer que su economía personal cuente con escalabilidad, es decir que crezca más allá de lo que su salario representa.

Plusvalía: en el contexto de las inversiones inmobiliarias, se trata del mayor valor de una propiedad, pues su valor puede aumentar o disminuir con el tiempo dependiendo de factores externos como la evolución de la economía del país o el desarrollo de una zona en particular.

Ingresos pasivos: corresponde al flujo de dinero que obtiene una persona por invertir en un negocio. Los ingresos pasivos son aquellos para los que no se debe realizar un trabajo directo para obtener resultados o remuneraciones económicas, sino que son fruto de una operación o inversión inicial que trae beneficios continuos en el tiempo.

Intereses: cuando pides un préstamo al banco, se añade una cantidad extra que debes pagar al momento de devolver el capital, y a eso es lo que se denomina como interés.

Crédito hipotecario: un préstamo otorgado generalmente por un banco para financiar el pago de una vivienda. Es una alternativa para poder financiar el pago de una propiedad sin tener que invertir en ello todos tus ahorros de manera inmediata. En cambio, un crédito hipotecario te permite hacer el pago diferido en mensualidades. Antes de aceptar un crédito hipotecario, te recomendamos revisar las condiciones: los intereses, el monto de los pagos mensuales y las penalizaciones en caso de incumplimiento.

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